Jaboncillo, destino turístico a gran escala
Una gran cantidad de pozos de agua han sido hallados en el lugar |
Un iinminente destino turístico a gran escala permanece enterrado, en pleno centro de Manabí, entre Portoviejo y Montecristi. Se trata del mayor complejo arqueológico del Ecuador y uno de los principales de Sudamérica, enclavado en el cerro Jaboncillo y De Hojas, en la parroquia Picoazá de Portoviejo. Con una vista panorámica impresionante y hermosa, conserva parte de la riqueza ecológica por su variada flora y fauna. Por todo esto, fácilmente se convertirá en el boom turístico de Manabí; y el Ecuador aparecerá, ahora sí, en el mapa del turismo arqueológico del mundo. Se trata del centro político de la cultura Manteña que se le ha denominado la “ciudad Sagrada de los Cerros de Picoazá”. Fue el centro adoratorio de esta civilización que ocupó gran parte de Manabí y Guayas y la de mayor población de la costa ecuatoriana a la llegada de los españoles (Emilio Estrada calculó 30.000 habitantes). El área comprende grandes asentamientos prehispánicos, que han sido pocos conocidos a nivel científico, aunque debido a descubrimientos fortuitos, se ha tenido conocimiento de yacimientos arqueológicos en los mismos, a partir de mediados del siglo 19, así se han dado exploraciones en el transcurso del tiempo que determinaron el paso de tres culturas, siendo la última la Manteña. Investigaciones Pero antes habían explorado Manuel Villavicencio, Saville, Francisco Huerta Rendón, Estrada y Gerardo Castro, que han determinado tal como se lo aprecia hasta hoy, la existencia de grandes terrazas, que incluye una de 1.000 metros asentamientos de viviendas, cuyas bases de las casas eran de piedra por lo que en la actualidad es fácil de apreciar estas ruinas. Estas construcciones permiten diferenciar las clases sociales a medida que se va subiendo el cerro, siendo la parte superior la que fue poblada por la elite. Comunitariamente construían pozos de agua totalmente empedrados de diez metros o más de profundidad, elementos que aún perduran, encontrándose en la actualidad líquido en estado templado, además, hay restos de por lo menos 600 silos (cámara para almacenar víveres o agua), en conjuntos de decenas repartidos en círculo, cada tres metros y cada grupo separado el uno del otro, cada 30 metros. Cada uno de ellos tiene una dimensión de tres metros de hondo y la misma medida de ancho, en otros casos menos y en otros más, están totalmente enlucidos con piedras y amalgamaza en todo su interior, tienen forma de una vasija porque la abertura en la superficie de la boca es de apenas de unos sesenta centímetros de diámetro, los que eran cerrados con tapas de piedras de formas circular. Se pueden detectar escaleras construidas y pulidas por los propios aborígenes, además de una gran cantidad de restos cerámicos y líticos fragmentados y enteros, también se encuentran muchos entierros aborígenes, todo esto en la actualidad está cubierto por la tierra y la espesa vegetación, por lo que una vez restaurado será impresionante y majestuoso a la vista del turista. Aún los más ancianos de Picoazá recuerdan que en la parte más alta del cerro había un círculo de sillas de piedra, por lo menos en un número de 30, y que sus padres le contaban que allí existieron cuatro templos de oraciones, cada uno instalado en los respectivos lados de las laderas. Declatoria de emergencia Entonces, es urgente que se declare Patrimonio Cultural del Ecuador; que se lo proteja de las amenazas que el propio hombre proporciona, uno de ellos es el saqueo arqueológico, lo que ha destruido muchos rastros que podían haber dado valiosa información científica; además de la destrucción del medio ambiente, la cual muestra gran riqueza ecológica; aquí se encuentra una variada flora y fauna (tigrillos, osos hormigueros, mapaches, comadrejas, culebras, perros de montes, ardillas, venados, este último permanentemente sacrificado por cazadores, etc). Debido a la trascendencia de este sitio único del Ecuador un grupo de jóvenes manabitas que valoran su identidad y su cultura, deciden emprender la lucha por el rescate de su tesoro arqueológico, junto a Miguel Rodríguez, nativo de la zona, pionero del proyecto. Es así que en Diciembre del 2005 la Organización Fortaleza de la Identidad Manabita invitó a la reconocida arqueóloga norteamericana Karen Stothert, que ha realizado trabajos por más de treinta años en el país, a que visite el Cerro Jaboncillo, en donde manifestó: “Este es el Machu Pichu del Ecuador, con la diferencia que en Manabí, sí hay arte”. Por su importancia el prefecto de Manabí, Mariano Zambrano, también invitado por la Fortaleza de la Identidad Manabita y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (I.N.P.C) de la Regional Litoral, visitó el sitio en donde compromete su apoyo, como efectivamente lo está haciendo con la creación de la ordenanza, para que se lo declare Patrimonio Cultural.
Tomado: El Nuevo Empresario